Pastillas de menta caseras.

Como los “after-eight” pero como más de pueblo.  Más pleistocénicas.  Más rupestres.  Más contundentes.  Más…  Más…  Que me des más, leñes, que se me han terminado ya.

Pastillas caseras de menta

Hace ya tiempo que las llevo viendo por las interneses, pero cuando por fin las vi en el blog de “i am baker” fue cuando me hizo “click” el interruptor cerebral de “venga, me arremango y pruebo”.  La recetaza está aquí pero como que no me apetecía hacer un bote entero de leche condensada y tener rodando miles de pastillitas tentadoras por ahí.  Total, que me puse a reducir y reducir y reducir al más puro estilo jíbaro que tanto me caracteriza y me he quedado con la mínima expresión, como para “huy, yo voy a probar a ver qué tal se me da y luego ya, si eso, me lanzo”.

Os estoy oyendo desde aquí “ay, es que a mí no me gusta la menta…”   No passssa ná.  Usa otro extracto.  Van a quedar más empalagosas (la menta da un acabado de frescor que le quita peso a la cantidad de azúcar que lleva el invento) pero si te gusta lo dulce, te va a dar igual.  He probado con cereza y con naranja.  Creo que con fresa también quedará rico.  Ya me iréis contando.  Pero lo auténtico es hacerlo mentolado.

Bueno, a lo que vamos.

Para 24 pastillitas de menta necesitarás:
50 g de leche condensada
1/4 de cucharadita de extracto de menta (unos 2 ml, no seas tímida, la gracia está en este sabor)
de 110g a 120g de azúcar glas (azúcar en polvo o impalpable) (debe quedar una masa amasable y “peloteable” que no se rompa cuando la vayas a cubrir de choco)
chocolate negraco para cobertua (a pelo o aligerado con un poco de aceite de coco o crisco, como una cucharada por taza de choco)

Mezcla la leche condensada con el extracto y remueve bien.  Añade el azúcar y mezcla con fe.  Amasa un poco para integrar todo (la receta original debe pesar como kilo y medio y usa varillas, esta es mucho más pequeña, hay que hacerlo a mano, yo usé unacuchara sopera para mezclar).  Haz como 24 bolitas: divide la masa por la mitad, nada mitad en dos y cada una de esas partes en otras dos (8 trozos en total).  Cada uno de esos 8 trozos lo divides en tres.  Tendrás 24 trocitos, de poco menos de 2 cm de diámetro.  Cada trocito lo haces una bolita entre las palmas de las manos (al más puro estilo albondiguil), lo aplastas un pelín (entre las manos también) y lo dejas en una hoja de papel antiadherente (del de horno) que habrás colocado en una bandejita para poder después meterla en el frigo sin organizar un desastre.

Pastillas caseras de menta

No te pases aplastando las bolitas queriendo imitar los “after eight” porque luego, cuando las bañes en choco, te puede ocurrir que se te desintegren un poco y te queden así:

Pastillas caseras de menta

Deja las pastillitas como una media hora en el frigo y mientras funde el choco de cobertura.

Baña todas las pastillitas y déjalas de nuevo en el papel antiadherente (mejor en una hoja limpia) hasta que el choco endurezca.

Pastillas caseras de menta

Parece que no, pero la masa en sí misma es un pelín pegajosilla.  Tal vez necesites una pequeña espátula para levantar las pastillas sin romperlas antes de bañarlas.

¿Cómo las cubro?  Yo, en mi delicadeza característica, las he lanzado de cabeza (bueno, casi mejor “n plancha”) al bol del chocolate y las he levantado con un tenedor pequeño (de los de postre) con un buen hueco entre dientes para que el choco escurra.  Unos golpecitos para que el choco excedente escurra entre los dientes del tenedor (en posición horizontal) al mismo cuenco de bañado y luego dejas caer la pastilla con el tenedor en vertical directamente al papel.  (Ahí es cuando, si la masa es muy fina, la pastilla se desintegra).

No quedaron mal, oiga.  #murricas.

Pastillas caseras de menta

Venga, jooooo, probadlas y me contáis…

24 thoughts on “Pastillas de menta caseras.

  1. Madre del amor hermoso!!! que buenas , que pintaza. Esto lo tengo yo que probar pero así, con menta, y con las cantidades que tu has hecho porque sino voy a darme un atracon que no veas.
    Una pedazo de idea!

  2. Dios, mi masoquismo dietil me ha llevado directa a salivar, con lo que me gustan los after eight… pues yo además de solas y porque sí porque parecen una delicia… las pondría en plan topping de un gran cuenco de helado de chocolate, fresa, menta… straciatella… (salivando otra vez, a ver cuándo me dejan comer algo ricooo)

    1. Creo que para eso habría que hacerlos aún más chiquitines. Prueba cuando puedas y me dices. El relleno no es tan liguero ni cremoso como el de los after (ni de lejos), pero tienen su aquél.

  3. Hola, aquí en Argentina existen las felfort (medallones de menta) que son mi perdición!!!
    Pero siempre he querido aprender a hacerlas asique pondré en practica tu receta, me pareció muy sencilla y la has explicado muy bien!
    Gracias y saludos desde Rosario, Argentina.

  4. Con lo que me gustan los After-eight, estos tuyos mas gorditos me gustaran más, a mi me parecen preciosos y riquísimos, vamos que no iba dejar ni la muestra!! Besos!!!

  5. Hace mucho tiempo, cuando comencé con este mundilo de recetas por Internet y bloquear@s, te descubrí y fuiste toda una revelación para mi, hoy me vuelves a sorprender con estas pastillitas de menta.
    Gracias…….otra vez!!

  6. Hola Morgana,me encantan tus recetas,tu forma de explicar,tus trucos..me pareces muy cercana..a mi pareja le encantan las After-eight,asi que se las voy a preparar para San Valentín.Muchas Gracias y estás en mis favoritos.

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