El helado más fácil del mundo: sólo dos ingredientes y no necesita heladera. Bueno, no necesita máquina para hacer helados, claro; congelador sí que necesita (que sé que en iberoamérica nos leen y creo que allí al congelador se le llama heladera).
INGREDIENTES: Nata para montar y leche condensada en proporción volumétrica 2 a 1 (siempre doble de nata que de leche condensada y siempre en volumen, no en peso).
La ventaja de usar una proporción en volumen es que puedes controlar perfectamente la cantidad de helado que haces:
– si quieres hacer helado “sólo para ti” puedes usar un par de vasos de chupito de nata y un vaso de chupito de leche condensada (lo más difícil será montarlo todo por el escaso volumen, pero poderse, se puede)
– si quieres hacer helado “a lo bestia” puedes usar un litro de nata y medio litro de leche condensada (y montarlo en una hormigonera jajajajaja). Perdón. Seriedad. Ejem!
Hace unos días que compartí este video por el FB de la Tartienda y no me resisto a ponerlo por aquí porque ¡¡¡ funciona !!! y a lo mejor aún no lo conoces.
Es súperfácil, súper barato y súper rápido.
Imprime todas las etiquetas que necesites en la caligrafía que prefieras (si haces dibujos, asegúrate de que tengan un trazo más o menos fuerte o no se verán apenas, a mí me ha pasado). Sólo lo he probado con texto impreso, no sé si funcionará también con texto escrito con rotulador, por ejemplo. (Si lo pruebas y funciona, porfa, cuéntanos).
Pega cinta de embalar transparente sobre el texto (bien centrada).
Repasa bien la superficie con una herramienta roma para que la cinta se quede perfectamente pegada al papel. Puedes utilizar el mango de una cuchara, una paleta de madera o algo por el estilo.
Recorta las etiquetas.
Sumérjelas en agua. En el video dice que un minuto pero yo necesité bastante más (como cinco minutos más o menos). Ponlo a remojo el tiempo que necesites.
Frota con los dedos para retirar el papel de la cinta y… ¡Tachánnnn! Verás cómo la tinta se ha transferido al plástico. Si ves que necesitas remojar un poco más y seguir frotando, no te cortes. Yo tuve que insistir. A veces se queda un poco de papel pegado por la parte más cercana a la tinta (si te fijas en el video, se ve un poco), no pasa nada.
Ya tienes tu etiqueta y tu frasco listo. Aprovecha que está mojada y colócala sobre el vidrio sacando todo el aire que haya podido quedar entre la etiqueta y el vidrio (como si pusieras papel pintado en una pared). Se quedará perfectamente adherida sin tener que utilizar pegamento.
Para que tengas tus botes personalizados y al día. 🙂
Esta fue mi prueba: una pegatina para marcar las hojas de acacia que se utilizan para quemarlas en la Ra-activación y no confundirlas con el peregil… 😆
Como podéis ver, hay un dibujito encima con una estrella pero el trazo es tan fino que apenas se ve. Si queréis poner dibujos y que se vean, tenéis que utilizar un trazo un poco más grueso.