Que no, que no. No pienses que me he vuelto loca (entre otras cosas porque ya lo estaba) y que ahora me voy a dedicar a hacer ropa con el MSC. Es casi lo último que le faltaba al pobre pero no, me refiero a una versión de la receta que sirve para hacer ésto:
Seguro que ya estáis hartas de ver los bizcochos de leopardo por todas partes. En su momento levantaron furor y muchas especulaciones al respecto. Casi todo el mundo pensaba que se hacía con masa de bizcobolas, pero no. Es con masa normal sólo que no basta con volcar la masa en el molde una vez hecha sino que hay que complicarse un poquito más la vida. ¿Habéis hecho todas ya el famoso “bizcocho cebra“? ¿Ese que parece una diana desde arriba y que luego lo cortas y tiene capas de colores alternos (como la corriente)? Pues esta técnica va un pelín más allá. No la he inventado yo, me compré el tutorial correspondiente y la he adaptado un poco a mi estilo.
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Espero que os guste y que le déis una oportunidad y alguien se anime a intentarlo. La verdad es que queda chulísimo. No esperéis un bizcocho mega esponjoso porque no lo es, pero es efecto es lo que importa y está rico y muy jugoso… Y sí, claro que es ideal para fondant. Aunque no te recomiendo que lo partas ni lo rellenos para no estropear el efecto.