Como lo oyes. Con una caja de cartón y poco más podrás disponer de una caja de iluminación para que tus fotos queden espectaculares y sin gastarte un pastizal. 🙂
El video original es de Skillshare y puedes encontrarlo haciendo clic aquí. Os comparto este de Youtube porque, de los que he visto, es el que tiene mejor calidad.
Para tu caja de luz casera necesitas una caja de cartón en buen estado, que sea bastante resistente y, a ser posible, que sea cúbica (o sea, que mida más o menos lo mismo de ancho que de alto y profundo, por ejemplo de 50x50x50 cm).
Lo primero que tienes que hacer es quitarle las cuatro solapas de arriba (las que se usan para cerrar la caja) con la ayuda de un cutter. La caja de luz necesita una de las caras libres para que puedas apuntar con tu cámara.
Luego escoge uno de los laterales y, a 4 cm del borde (más o menos la pulgada y media que nos dicen en el video) y bien centradito, dibuja un cuadrado en ese lateral. Recórtalo con la ayuda del cutter y haz lo mismo en otros dos de los 4 laterales de la caja. Te tienen que quedar 3 lados huecos y uno normal.
Dale la vuelta a la caja y deja que se apoye en el lateral que no has ahuecado. Te quedará el culillo de la caja de fondo, el lateral no ahuecado apoyado en tu superficie de trabajo, dos paredes ahuecadas a los lados y otra pared ahuecada en la parte de arriba. Sobre esa pared ahuecada que queda arriba vas a fijar un pliego de papel de seda blanco con cinta adhesiva.
Vas a hacer los mismo con los otros dos laterales ahuecados: taparlos con papel de seda blanco. Estos tres laterales son los que van a dejar entrar la luz en tu caja de luces desde arriba y desde ambos lados sin crear reflejos incómodos.
Cuando tengas los tres laterales ahuecados tapados con papel de seda, coge una cartulina blanca grande, córtala al mismo ancho de la caja y colócala como se ve en el video, sujeta con un par de pinzas o cangrejos.
Ya está. Tienes lista tu caja de luz hecha por ti por dos duros.
Si pruebas, cuéntanos como te fue.