1. Precalienta el horno a 220°C.  Prepara el molde para muffins o bien forrándolo con cápsulas para cupcakes como las que puedes encontrar aquí o bien utilizando espray antiadherente como este.
2. Mezcla en un bol grande mezcla la harina con las semillas de amapola, el bicarbonato, la levadura y la sal.  Reserva.
3. En otro bol grande (en el de la batidora de sobremesa tipo Kitcheaid si la tienes) bate la mantequilla a velocidad alta hasta que quede cremosa, como un minuto (utiliza en accesorio de pala, no las varillas).  Añade el azúcar y sigue batiendo un par de minutos más, hasta que esté bien esponjoso.  (Rebaña la masa de los laterales del bol de vez en cuando).  Incorporar los huevos, el yogur y la vainilla y bate de nuevo, a velocidad media, como un minuto más.  Sube la velocidad y sigue batiendo un poco más hasta tener una mezcla bien homogénea y cremosa.  Rebaña la masa de las paredes del bol de vez en cuando.
4. Incorpora los ingredientes secos al bol y mezcla a velocidad baja lo justo para incorporarlos (si pones una velocidad alta, lo dejas todo perdido).  Añade la leche, el zumo de limón y la ralladura de limón y bate un poco más, lo imprescindible hasta que se incorporen.  Añade las moras y repártelas con mucho cuidado mezclando con una espátula.  (Con cuidado porque, en cuanto se rompen, “manchan”).
5. Reparte la masa en la bandeja para muffins rellenando todo el hueco (en el caso de las cupcakes rellenamos 3/4 del molde, aquí llena del todo) y hornea los muffins 5 minutos a 220ºC.  Baja luego el horno a 180ºC y deja que terminen de hacerse durante unos 15-18 minutos o hasta que al pinchar los muffins con un palillo en el centro, éste salga limpio (sin masa cruda pegada).  Más o menos el total de tiempo en el horno es de 22-23 minutos pero dependerá de tu horno.  Cuando los muffins estén hechos (no los dejes mucho tiempo de más o quedarán secos), saca la bandeja del horno y deja que se enfríen unos 10 minutillos en la bandeja.  Sácalos a una rejilla de enfriamiento y échales en glaseado de limón por encima.  Te aguantarán como una semana si los guardas en la nevera.
6. Para el claseado: Bate el azúcar glass con el zumo de limón y vierte la mezcla sobre los muffins.

Hazlos con antelación: Puedes hacerlos con antelación y congelarlos (sin glasear) hasta 3 meses.  Para descongelarlos, pásalos del congelador a la nevera el día antes de servirlos.  El mismo día que los vayas a consumir, sácalos de la nevera para que se queden a temperatura ambiente o bien los puedes templar un poco en el microondas.  Glaséalos justo antes de servirlos.