Lo que me gusta a mí tunear una receta… A veces sale bien y a veces no tan bien. Esta es una de las veces en las que no puede salir mejor. Esta versión de las cupcakes de cerveza negra y chocolate en las que sólo se cambia la cerveza por sidra (de la espumosa, la de El Gaitero de toda la vida) y el cacao por maizena están de vicio total y pueden ser un tentempie estupendo la noche de fin de año.
Ni que decir tiene que puedes hornear la masa en un solo molde y hacer un bizcocho en lugar de varias cupcakes, pero las cupcakes tienen la ventaja de no necesitar cuchillo para hacer porciones porque ya vienen “dosificadas”. Eso sí, si horneas en plan bizcocho ten mucho cuidado al desmoldar y manejarlo porque es muy delicado de lo jugoso que resulta.
Para unas 12 cupcakes necesitarás lo siguiente:
70 ml de buttermilk (70 ml de leche + 1 cucharadita de zumo de limón)
125 ml de sidra
125 g mantequilla
1/2 cucharadita de postre (1/2 tsp) de vainilla
1 huevo grande (L) a temperatura ambiente
140 g de harina
1 tsp (1 cucharadita de de café) de bicarbonato
1/2 tsp (media cucharadita de café) de levadura en polvo (tipo Royal)
40 g de maizena
175g de azúcar
Precalienta el horno a 170ºC y prepara tu bandeja de cupcakes con los papelitos. Yo uso siempre este molde para cupcakes tamaño “normal” Wilton de La Tartienda porque te “recoge” la masa para que el papelillo no se abra y además es muy cómodo a la hora de transportar las cupcakes del molde a la encimera y viceversa.
Para esta receta he utilizado las cápsulas metalizadas doradas para cupcakes de House of Marie, también de La Tartienda, porque me parecían navideñas y más propias de Nochevieja.
Antes que nada prepara el buttermilk echando el zumo de limón recién exprimido y colado a la leche y removiendo bien. Deja que repose mientras preparas el resto. Verás que la leche se queda como cortada. No te preocupes, es así como tiene que quedar. De hecho, para que quede más espesito yo a veces utilizo leche evaporada (Ideal) para esta receta.
Con el buttermilk ya preparado, pon la sidra con la mantequilla en un cazo al fuego hasta que la mantequilla se derrita y apártalo y resérvalo para que se vaya enfriando.
Mide todos los sólidos (harina, maizena, levadura, bicarbonato y azúcar) y mézclalos y tamízalos en un bol. Si tienes THX, puedes darle un meneíto de unos segundos para que se mezclen bien.
Ahora vamos con la masa. En el bol de preparación echa la mezcla de sidra y mantequilla que ya estará templada. Agrega el huevo y la vainilla y bate para que todo se integre bien. Añade la mitad de los sólidos, remueve, el buttermilk, remueve y finalmente el resto de los sólidos, removiendo lo justo para que todo quede bien integrado y sin grumos.
Ya está. Queda una masa más líquida de lo habitual en las cupcakes. Rellena con ella las cápsulas que ya tienes en el molde. Suben bastante, rellénalas un poco menos de lo normal. Entre 2/3 y la mitad o incluso menos de la mitad, depende de para qué las quieras usar. Mételeas al horno hasta que estén cocidas y firmes (dependerá de tu horno, entre 12 y 18 minutos). Es una masa muy jugosa, no la dejes demasiado en el horno para que no quede reseca.
Por mucho que lo he intentado, no he sido capaz de transmitir fotográficamente la textura hiperesponjosa y jugosa del invento. Lo mejor es que lo comprobéis por vosotros mismos.
Deja que se enfríen unos minutillos en el molde metálico y después sácalas con cuidado a una rejilla para que terminen de enfriarse del todo.
Puedes decorarlas perfectamente con una crema de queso. La mezcla queda genial, sobre todo de un día para el otro.
Y, como decoracion, puedes añadir azúcar de colores, formas comestibles como estas de La Tartienda (son monísimas y puedes incluso echarlas en el champán para darle un toque diferente).
O puedes darles volumen con unos fuegos artificiales hechos con chocolate blanco (los míos han quedado un poco chapucerillos en el primer intento, pero quedan muy monos con un poco de purpurina comestible aplicada antes de que el choco endurezca).
También podéis haceros unos pinchitos de decoración con estos imprimibles gratuitos. O imprimirlos en papel comestible y colocarlos encima del rosetón de crema de queso.
Sea como sea… Os deseo:
Hola buen día. Quiero preguntarte si al llevar al fuego la mantequilla con la sidra, ésta pierde el alcohol y pueden comer los cup cakes los niños.
Gracias.
Entre eso y el horno, yo creo que no queda ni rastro de sidra. No sé si a los niños les gustará o no, por el tema del sabor. Pero creo que lo pueden consumir sin problemas.