Frosting "nubes de algodón".

Cuando lo vi aquí, en el blog “your cup of cake” me quedé enamoradita.  Es una buena cantidad de frosting y yo normalmente no soy muy aficionada a tanto, pero es que tiene una pinta tan mona… Parecían nubes de verdad y tenía que probarlo.  (Cuando me pregunten “¿a qué saben las nubes?” ahora podré decir que las mías sabían a mandarina).

En realidad tendría que haberlo titulado “frosting de nubes” pero para nosotros las nubes son los marshmallows y este frosting no lleva nada que se les parezca así que he preferido cambiarle el nombre.  Tampoco lleva algodón, nos os vayáis a confundir.

Podéis ver la receta original y registrada en el enlace que os he dejado arriba.  Yo lo he reducido a nuestras medidas de la siguiente manera:
– 100 g de queso crema (tipo Philadelphia)
– 1/2 taza (menos una cucharada) de azúcar glas (icing sugar)
– 1 brik de nata de montar (35% MG) (de los pequeños, de 200 ml)
Todos los ingredientes (salvo el azúcar) han de estar fríos.

Pon el queso crema en la batidora de varillas y ve añadiendo el azúcar hasta que esté todo bien integrado (tendrás que “raspar” las paredes alguna que otra vez).  Ten cuidado de no poner la batidora a toda pastilla, no sea que termines con toda la cocina llena de azúcar en polvo.

Baja la velocidad de la batidora y añade el aroma que te apetezca (en la receta original usan vainilla, yo usé un poco de pasta de mandarina Funcakes como esta de La Tartienda, que está de muerte) y la nata.  Bate (empieza con velocidad muy baja para no ponerlo perdido, que la nata está muy líquida al principio) hasta que empiece a montar.   Sube la velocidad y monta la crema hasta que quede bien firme.

Pasa la crema a una manga o bien con boquilla redonda muy abierta o bien sin boquilla y corta la manga de manera que quede una boca bien abierta (queda más mono con boquilla, pero no tengo ninguna tan grandota).

Por encima he puesto azúcar plateada en escamas, que me encanta (le da un toque crujiente genial).  La podéis encontrar también aquí, en La Tartienda.

A la hora de poner el frosting en tu cupcake, empieza desde el centro hacia afuera y vuelve al centro, creando como “montículos” irregulares.  Cuando termines la primera capa, sigue haciendo más, hasta tener una especie de nube, de esas de “desarrollo vertical” que salen en verano y desembocan en tormenta. Lo mejor y más fácil es que veas cómo se hace en el video de la autora, que queda muy claro.

Es un frosting muy curioso y tiene una elaboración un tanto peculiar. Es una gozada, la verdad. Muy ligero y no demasiado dulce. Queda entre nata montada y crema de queso y es ideal para esta decoración “nubosa” (ni que estuviera dando un parte meteorológico, oiga).

Las cápsulas son las azul cielo lisas de House of Marie.  También de La Tartienda.  Las podéis encontrar haciendo clic aquí.

Esta decoración queda perfecta para cupcakes de Frozen, navideñas o incluso de San Patricio, poniendo una moneda de chocolate como ha hecho Lizzy originalmente.

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2 thoughts on “Frosting "nubes de algodón".

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