Debe de haber pocas recetas en el mundo que sean tan sencillas y ricas como ésta.  La probé por primera vez en casa de Pepita, una amiga de Oropesa (creo que lo hizo una prima suya).  Está bueniiiiiiísimo.

Sólo necesitas:

• preparado para flan para 8 personas (de la marca que más te guste)
• nata líquida (de repostería) (1 paquete de 500 ml y otro de 200 ml)
• café (de cafetera) (un buen vaso)

• haz el café y deja que se enfríe.
• prepara un cazo con la capacidad suficiente (aproximadamente un litro) en el que llevarás todo al fuego
• carameliza la flanera (con el caramelo que suele venir en las cajitas para hacer el flan, caramelo de bote o el que hagas tú misma si así lo prefieres)
• pon el café en el cazo, echa en él el contenido de los sobres para hacer el flan y remueve bien hasta que se disuelva (puedes poner ya el cazo en el fuego o hacer esto en frío)
• cuando esté bien disuelto, añade la nata y vete removiendo para que quede una mezcla homogénea
• si no has puesto aún el cazo al fuego (medio) hazlo ahora y vete removiendo sin parar (para evitar que se pegue) hasta que rompa el hervor
• cuando rompa a hervir retira el cazoz del fuego y vierte la mezcla sobre la flanera que ya habrás caramelizado
• deja que el flan se enfríe y mételo a la nevera.

Para servirlo, vuelca el flan y déjalo tal cual o acompáñalo con un poco de nata montada.  En casa somos poco aficionados a ella así que lo comemos solito.  La consistencia super cremosa de este flan y su aromático toque de café harán de él un éxito seguro en tu mesa.

(*) El que ves en la foto quedó un poco “raro” porque no tenía suficiente café hecho cuando ya me había puesto con el flan así que añadí un poco de agua y un sobre para hacer capuccino vienés que tenía por casa.  El resultado fue un sabor aún más pronunciado a café y esa capa que veis más oscura en la parte más estrecha del flan que no es sólo del caramelo pues al cortarlo se veía una especie de capa de gelatina que le dio un toque curioso al resultado final.