El Blog de La Tartienda

Los que me seguís por twitter o por facebook ya sabéis que desde finales del año pasado, cuando vi esta tarta “lumberjack cake” de Sugar Geek Show estoy en modo camisa de cuadros.  Obsesionada.  Ni sé la de huevos que he gastado ya haciendo experimentos…

Porque la versión bizcochera es DESCOMUNAL.  De verdad.  Sale tarta como para 100 personas, es una salvajada.  Y me he pasado días y días rompiéndome la neurona para compartir algo un poco más asequible.  En eso que apareció la técnica galletera de “Eugenie’s kitchen” y sus maravillosas galletas de colores.

Mi cerebro hizo la conexión entre ambas cosas y nacieron estas galletas.

Más que a la camisa de cuadros típica del leñador a mí me recuerdan a unas colchas de cuadros que tenía mi abuela cuando era pequeña… :-p  Pero aún así me encantan, son relativamente sencillas y además, con la receta de Eugenie salen buenísimas.

Si os animáis a poneros también en “modo lumberjack”, podéis participar en este reto que organiza La Tartienda (sólo para territorio español) y ganar uno de los 3 lotes de productos para cupcakes.

Jo, qué difícil es sacar una foto decente a una galleta roja sin tener ni idea de fotografía…

Aunque los días ya están creciendo aún estamos en la parte más fría del crudo invierno.  Los árboles están pelados y en algunos puntos del hemisferio norte la nieve ha hecho su aparición a pesar de El Niño.

Hace ya bastante tiempo que vi un árbol de chocolate nevado en este blog y me encantó.

He tardado bastante en dedidirme a intentarlo pero me gusta tanto cómo han quedado y lo ricos que están que los quiero compartir, así que si te apetece venir a hacerlos el sábado 30 de enero a La Tartienda todo lo que tienes que hacer es registrarte y reservar tu plaza aquí.

Prepararemos y hornearemos dos masas diferentes de cupcakes, realizaremos el glaseado y decoraremos nuestros árboles nevados de chocolate.  ¡Anímate!   Seguro que nos queda un riquísimo bosque para merendar. 😉

Querido diario.  Queda menos de un mes para la Navidad.

Me compré un paquete de 5 kilazos de chocolate negraco del 62% otro de 2 kilazos y medio de choco blanco de cobertura y un kilazo de cacao puro en polvo con la intención de hacer turrones a cascoporro.

Ha caído ya un kilo de choco el diferentes versiones turroneras y sigo adelante, aún sabiendo que por cada kilo de choco que caiga, yo subiré un par de tallas y ya no quepo en ningún pantalón.

La situación es desesperada.  Necesito que las navidades pasen ya o, en su defecto, que alguien me ayude a terminar con todas las pruebas de turrones y que se vengan al taller del día 13.  Sé que lo pasaremos bien aunque que lo dejaremos todo perdido.

Apúntate al taller, por caridad.  Haciendo clic aquí mismamente.  Por veinte eurillos de nada te llevarás el secreto de los turrones caseros contigo por siempre jamás y podrás aprovecharte de él para seducir a propios y extraños (oye, qué bien que me ha quedado).

Sigue el secreto del sapientísimo chino Cudeiro y…

Ya lo sabes.  Te espero el día 13 de diciembre, en La Tartienda.  Pero apúntate con tiempo, no te me presentes del sopetón el mismo domingo, que te conozco…

El sábado celebramos un cumple con un taller de decoración y vamos a hacer cupcakes de animalitos.  Hemos hecho animales de granja, animales de selva… Y ha sido una gozada que me pidan algo diferente: búhos.  Me encantan.  Sobre todo los mochuelos, que son unos “salaos”.   Así que nada… Me puse a buscar búhos monos por la web y los que se llevaron la palma fueron búhos de pequemimos.  Me ha resultado casi imposible pasar del fieltro al fondant, haciéndolos además pequeños para que quepan en una cupcake normal y no demasiado difíciles para que las niñas del cumple puedan con ellos.  Desmejoran bastante los originales, pero esto es lo que ha resultado.

Espero que a mis complis de taller les guste tanto hacerlos como a mí me ha gustado adaptarlos.