Me intrigaba cuando las “clientas” de la tienda venían a comprarme la crema de nubes para hacer “frosting” y al final he tenido que cotillear para probarlo. La receta que he escogido está inspirada en esta y la textura me ha recordado tanto a la SMBC (crema de mantequilla de merengue suizo) que yo diría que podría ser algo así como una crema de mantequilla de merengue suizo “falsaria”. Total… La crema de nubes es básicamente un merengue con mantequilla ¿no?
¿Que qué es la crema de nubes? Pues este “potingue” que podéis encontrar en La Tartienda (por cierto, por corta fecha de consumo preferente, la tenéis en descuento y con un precio estupendo hasta el 25 de enero de 2.015, así que aprovechad para probarla YA haciendo clic aquí para la de vainilla y aquí para la de fresa).
Hay gente que la unta directamente en galletas o tostadas y se la come tal cual. Es como comer una mouse de nubes derretidas: una crema suave, dulce y súper esponjosa. Y pegajosa de la muerte, os aviso, que se pega por todas partes. Si se pudiera extrusionar… Para mí que las redes de Spiderman están hechas con un mejunje parecido.
Ingredientes básicos para el frosting de crema de nubes:
1 bloque de mantequilla sin sal (250g)
1 taza de azúcar glas (125g)
un bote de crema de nubes (213 g)
un par de cucharadas de leche (opcional)
Ten la mantequilla a temperatura ambiente (unos 21ºC, o sea blandita) y ponla bien cremosita con las varillas o en la KA. Añade la crema de nubes (parando la máquina, porsiaca) y sigue batiendo (a velocidad alta, para que la fuerza centrífuga ayude a la mezcla). Por último baja la velocidad casi al mínimo (o para la batidora directamente arrancando luego poco a poco), añade el azúcar glas y, una vez incorporada y sin peligro de que salga volando por toda la cocina, ve subiendo la velocidad y sigue batiendo hasta que quede bien todo bien esponjoso.
Si quieres añadir aromas, leche, licor, café o lo que quieras, echa primero la mitad del “icing sugar”, luego los líquidos o aromas y por último el resto del azúcar. Con velocidad al mínimo, para no poner todo perdido. Cuando ya esté todo incorporado subes la velocidad para que se mezcle a conciencia. Usa tu sentido común.
Si lo quieres hacer de café, como he hecho yo (aunque no tenga pruebas gráficas), utiliza la crema de nubes de vainilla y añade una cucharadita de cacao en polvo puro Valor al azúcar glas. Cuando vayas a añadir el azúcar, echa la mitad, deja que se incorpore, añade más vainilla si quieres, un par de cucharadas de café, licor si te apetece o incluso pasta de mocca (la tienes aquí), bate a velocidad baja hasta que esté bien mezclado, echa el resto del azúcar glas con cacao y, cuando esté incorporado, sube la velocidad para que el conjunto quede bien esponjoso.
El resultado es perfecto tanto para manga como para relleno. Es una gozada y “vale pa’tó”. A las pruebas de “realidad aumentada” me remito… 😉
Si quieres hacerla de frutas del bosque, como la de la foto, utiliza la crema de nubes de fresa y añade pasta de frutos rojos o de fresa o frambuesa a la mezcla para reforzar el sabor. Tienes todas las pastas de La Tartienda aquí.
Están de la muerte ambas opciones. Suaves, sedosas… Vamos, parecidas a la SMBC pero sin tener que andar poniendo claras al fuego ni estar pendientes de si cuajan o no cuajan. Cómodo y fácil. Y versátil, que con los aromas en pasta puedes añadir casi cualquier sabor: galletas, caramelo, manzana con canela, café, nata, naranja, melocotón… ¡Lo que se te ocurra!
Partiendo de estas proporciones básicas, probar a modificar un poco las cantidades de azúcar y mantequilla para conseguir una textura y un sabor a vuestro gusto.
Madre mía qué pinta más lujuriosa… y yo a dieta, snif.
Reblogueó esto en MI ALMA INQUIETAy comentado:
para mi gusto este tipo de pastas se me hace demasiado empalagosa, y si ademas añadimos la mantequilla me mata, pero es una buenisima idea, y agradezco el estupendo trabajo de investigacion que realizas
Era cuestión de tirar de lógica… 😉 Estas cremas realmente son empalagosas de morirse, pero si las vas a utilizar igualmente, esta opción es muy cómoda y muy versátil.
(Aquí, en petit comité, donde esté una buena ganache de chocolatazo…)