A veces me pregunto si mi afición por los cacahuetes no será en sí misma una prueba de la Teoría de la Evolución de las Especies del Sr. Darwin. Anda que no me gustan los “alcagüeses”, oiga, que yo creo que ni a los monos del zoo… Total, que en cuanto vi estas ricuras en el blog de Bakerella no me pude resistir y las hice en cuanto tuve la oportunidad.
¿Que si están buenas? No sé que decirte. ¿Te vas a fiar de la opinión de una adicta? Yo que tú lo comprobaba de primera mano. 😉
Desde luego, más fáciles no puden ser: tres ingredientes, más lo que te apetezca usar para el rebozamiento (que me suena bien a mí lo del “rebozamiento”).
No te creas que me he dejado yo los cuernos buscando algo original, no. He tirado de lo clásico: cacao en polvo (del Valor puro, al que también soy adicta), fideos de choco (creatividad al poder) y avellanas tostadas picaditas. Seguro que puedes rizar el rizo más que yo y rodear estas delicias de sofisticadas y crujientes perrerías. Eso si tienes el valor y la fuerza de voluntad de no comerte la masa a cucharadas antes de formar bola alguna (yo casi tuve que ponerme un bozal para conseguir que alguna trufa llegara viva a las fotos).
Las vistas como las vistas, míralas que monas quedan, ellas…
Para probar la mínima expresión de la receta (salen unas 15, dependiendo del tamaño) necesitarás:
5 oz (unos 140 g) de queso crema (tipo Philadelphia)
4 oz (unos 112 g) de chocolate “semisweet” (haz tu mezcla, yo usé unas tres cuartas partes de choco con leche y el resto de choco negro)
1/4 taza (unos 80 g) de mantequilla de cacahuete (prescinde de ella si no eres entusiasta)
Se me está ocurriendo que con un pelín de pasta de avellana en lugar de la mantequilla de cacahuete esto tiene que estar también de muerte…
Bate bien el queso crema con las varillas hasta que esté bien cremosito (yo lo hice todo a mano, desde entonces el brazo me cruje característicamente cada vez que lo levanto para parar un taxi o pedir la palabra en una tertulia).
Funde el choco a tu manera, o bien al baño maría o bien en el microondas. Si usas el micro, hazlo “de a poquitos”, no te ansies que si el choco se achicharra acaba como el carbón y al final hay que tirarlo: lo vas metiendo a intervalos de 30 segundos y removiendo y cuando veas que ya casi está fundido pero aún queda algún trocillo YA ESTÁ, lo sacas, lo remueves y aplastas con el dorso de la cuchara los pedacitos que queden, que ya se irán fundiendo con el calor residual. De hecho, en las últimas tandas yo no suelo llegar a los 30 segundos, lo pongo 10 y remuevo, por si acaso.
Aprovecha el ímpetu bati-removedor, añade la mantequilla al chocolate y sigue removiendo hasta que quede una mezcla homogénea que echarás encima del queso y seguirás removiendo (para no perder la costumbre), hasta que todo esté bien integradito.
Vale. Ya. Deja de remover. ¡STOP! Pasa la mezcla a un plato o una bandeja (como si fuera masa de croquetas) y déjala reposar en el frigo unas horitas. Si es de un día para el otro y dejas que duerma en la nevera, mejor que mejor. No te preocupes, que tu dolor de brazo habrá merecido la pena:
Cuando vayas a preparar las trufas, saca la masa. Puedes hacer dos cosas: o bien rebozarte de chocolate hasta los codos y hacer las croquetas entre las manos, a lo tradicional, o bien tirar de sacabocados redondito y sacar las bolitas ya perfectas. Ni que decir tiene que yo opté por la primera opción. Si vas por la segunda, asegúrate de dejar la masa el día de antes en un recipiente apropiado de forma que la altura de la masa en el cacharro dé para sacar esferas con tu sacabocados (no sé si me explico).
Una vez hechas las bolitas, pásalas al SPA y sumérgelas en lo que más te apetezca: un baño de cacao puro en polvo, uno de azúcar glas, un lecho de avellana picadita, una capita de sprinkles varios… Pon las trufas a tu gusto (o al de tu familia o invitados) que para eso las haces tú, que no se diga.
A mí me han gustado tanto que lo voy a celebrar con un chupito… ¡¡¡ A vuestra salud !!!
Hola Morgana, me encanta lo que haces pero tengo una curiosidad, con tanta respostería chula que haces, porque muchas veces bates a mano?? Ya te digo simple y sana curiosidad… Un beso!
En este caso perrería. Y también porque muchas veces hago porciones tan pequeñas que las varillas no llegan ni a mojarse. 😉
wooooooooooou!!!!!!!!!! quiero probarlas!!!!pero voy a cambiar la mantequilla de cacahuete por nocilla que seguro que también están de muerte!!!!! trufas al poder!!!!
un besazo gigante desde
http://rayasymanchas.wordpress.com/
Uf, eso tiene que estar de vicio también. Cuéntanos cuando las hagas.
Pues porqeu no tengo mantequilla de “cacagüeses” que s no me ponía ahora mismo!!!!
…a mi me pasa como a tí y a los monos del zoo!
Un abrazo.
Pilar
Estan buenisimas, me encantan todas las recetas con mantequilla de cacahuete, esperare a que la conciencia (que me recuerda lo comido durante las navidades) me permita probar tu receta antes de que se acabe este invierno. Un beso.
Hola Morgana, recuerdo estas trufas…mmmm…debo de tener algo de mono yo también porque ahí quedaron bien grabaditas en mi mente. Yo haciendo esfuerzos por olvidarlas y vas tu e insistes. No me va a quedar más remedio que probarlas. Y digo yo, si te ha quedado alguna, que como tengo que pasar a recoger mi pedido este finde (pendiente de confirmar) pues lo mismo podías meter una o dos en la bolsa…jajaja !!!
Como diría la Bruja Avería “soy malaaaa, muy malaaaaa”. Jajajajaja. No queda ni una, no aguantaban tanto. 🙁
Morgana, que trufas tan deliciosas, me encanta la mantequilla de cacahuetes, así que esta las pruebo, a unas trufas nunca digo que no.
Besos
Que delicia!!! Chocolate y más chocolate!!!
Fantásticas esta receta, tengo que probarla que yo también soy fan, fan de los cacahuetes o mejor dicho, de los panchitos. Jejejeje. Besos
Siiiiiiií. En mi casa siempre los hemos llamado “panchitos”. No sé de dónde vendrá el nombre, pero es así. 😉
Yo también soy adicta a la mantequilla de cacahuete, yo esto tengo que probarlo. El miedo que me da es no saber parar de comerlas. Besos.
Deliciosas, me encantan los cacahuetes, así que seguro que me las comería de dos en dos.
Un abrazo
Pues yo tengo ganas de probarla, pero miedo me da queme guste, jejej
Bss
Me encanta la primera foto!!!!!!!!!!
Yo no soy amante de la mantequilla de cacahuete, la sustituyo por nutella, que a mis peques les gusta más y quedan de mueeeeeerte.
Por cierto, no las has rebozado nunca de cacahuetes troceados?
Un besazo guapetona
ESto lo tengo que probar (lo de la nutella).
Aquí otra adicta, así que me encantaran!
Me da a mi que si las hago durarán muy poquitooooo
Un beso
Uf. Son una perdición. Yo ahora quiero probar con Nutella. Ñammm.
Besos. 🙂
Que buenas! Las espero 😉
Fantástica receta! De este fin de semana no pasa… Me pongo con ella pero ya.
Uuuuuffff!!! Buenísimo!
Hola! Acabo de hacerlas (sin queso crema y con miel) me resultaron más ricas a temperatura ambiente que frías! Lo que no me quedó muy claro es si también las ponés en la heladera una vez terminadas o sólo antes de hacer las bolitas? Por cierto son deliciosas muchas gracias por compartir la receta!
Hola, Maribel.
Yo diría que no es hecesaria la heladera, pero no te puedo decir. Las hice en invierno y no necesité heladera. En verano supongo que sí sería conveniente.
Saludos!